Ya es Verano en la obra de al lado
No puedo evitarlo. Me gustan los hombres más que a un tonto un lápiz o a un hetero un par de tetas.
Para empezar, el nuevo tiene un paquetorro que asusta. Me compadezco de su novia que debe tener los labios como el Salto del Roldán. La verdad es que es pelín incomodo tener una reunión con él y no poder apartar los ojos de semejante mamotreto de la naturaleza.
Pero para variar en mi afortunada suerte, los obreros de la construcción son feos como cocos.
Resulta que justa al lado del curro están haciendo una casa (la mar de mona, por cierto) y ahora que llega el good time y el calorcito, pues los obreros se descamisan y la verdad... podían seguir vestidos de cuello vuelto. Porque el espectáculo de los pechos y los pezones de origen rumano deja bastante que desear. Será cosa de Google, que claro, te malcría. Te habituas a ver los torsos exactos que a ti más te gustan y luego te encuentras con esas Tripas tamaño Fast Bastard y te entran ganas de hacerte hetero.
También hay que decir que veo mujeres por la calle y doy gracias a Dios, a la genética, a Kylie y a ABBA por hacerme gay.
Total, que cada verano es la misma historia, los maquinerillos que llevan todo el año el gym currandose esos biceps de acero, aprovechan la primera de cambio para ponerse esas horterisimas camisetas sleeveless compradas en MAED y marcando pezoncilios (me chorrea el helado solo de pensarlo!). Esperare impaciente que el Corte Inglés anuncie la llegada del verano para empezar a consumir bromuro como si mi vida fuera en ello, que uno tiene una imagen y unos pantalones ajustados que hacen estragos en cualquier tipo de erección.
3 comentarios
Zäpp -
petalo -
petalo -