La Oscense, autobuses intercontinentales

El domingo, en mi viaje de vuelta a Huesconsin descubrí, atónito, lo modernos que se han vuelto los dueños de la Oscense, que bien podriamos considerar al señor dueño, el ministro de transporte de Huesconsin, f'jate.
Y es que aparte de las "amabilisimas" chicas-caja, con esa voz nasal que te venden los tickets con esa simpatía característica, labrada año tras año, han instalado una máquina automática expendedora de billetes.

Mi sorpresa fue mayúscula al comprobar, gracias a mi hábil novio, que nadie hacía cola en esta maquineja, que todos, típicos desconfiados, pues iban a las taquilleras, por lo que me saqué el billetito en un plis.
Otra cosa es para que hora me saqué el billete, porque nuestros amigos monopolístas de la Oscense son muy para el trabajador y los domingos, días del Señor y de la familia, pues solo hay buses a las 13:30 y a las 16:30 (en ese intervalo, claro, a lo largo del día hay más), lo cual me puso bastantes tripas, tener que esperar allí, como un mono.

Lo mejor de la espera fue la conversa de 2 señoras jubiladas hace años de Juslibol que hablaban de un jovenallo (nieto, me presupuse yo) que llevaba todo pendientes (la palabra piercing no aparece en el María Moliner Juslibolera) y el chico había perdido el pendiente de la nariz y claro, para que no se le cerrara el agujero, el muchacho iba intercambiandolo con el del labio, cada día se ponía el pendiente en un agujero, lo cual provoco un ataque de risa tremendo entre las 2señoras y yo me mordí el labio para aguantarme la risa y que no se notara que estaba oido avizor.

Lo peor es la voz nasal de la chica que anuncia los autobuses que salen, con esa voz penetrante, discordante y desentonada, más tirando a Gracita Morales que a línea erótica.

Un sinvivir autobusistico, oiga